domingo, 24 de mayo de 2020

PROGRAMA PARA LA LEISHMANIOSIS CANINA

Si bien la crisis del coronavirus covid-19 tiene como "solución última" la implantación de la vacuna en humanos, cuando se encuentre, para la leishmaniosis canina el mejor arma de la que se dispone actualmente es la vacunación.

Los repelentes de insectos en collares, pipetas o esprais son para los perros como el lavado de manos es para el covid:  tan solo una medida de higiene.

Los insecticidas deben seguir utilizandose para prevenir picaduras de otros insectos y garrapatas tan peligrosos en las mascotas como lo son para el hombre, en cuyo hogar no deben entrar con el animal.

ES IMPRESCINDIBLE LA VACUNACIÓN Y REVACUNACIÓN ANUALES ANTES DEL VERANO
El flebotomo es un insecto volador que comienza su mayor actividad picadora de julio a septiembre aunque depende de las temperaturas, por lo que el apogeo de la parasitación puede adelantarse con el cambio climático.
Por este motivo, si decidimos vacunar a nuestro perro iniciada la temporada, deberá realizarse necesariamente un análisis de sangre que confirme que es seronegativo aunque ya se haya vacunado el año anterior. Esto incrementa el gasto veterinario y puede darse el caso de no detectarse contacto con el microbio por la sensibilidad limitada de la prueba, aunque sí lo hubiera habido.

En el calendario de vacunación anual de tu perro, se incorpora la vacunación frente a la leishmaniosis canina a los SEIS MESES de edad con revacunación ANUAL.

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