Y es que la tos produce un aerosol que combina secreciones, en forma de gotitas de tamaño diminuto (que se mide en micras), y que se mantienen en suspensión mucho tiempo y son portadoras de los agentes etiológicos o responsables de la enfermedad: a saber, virus de parainfluenza, Bordetella bronchiseptica y Pasterella spp. a la espera de ser inhalados y penetrar hasta las vías respiratorias.
Si bien la mortalidad no es muy alta, las complicaciones derivadas de la neumonía la incrementan.
Conjuntivitis, rinorrea (incluso con pus), faringitis y traqueitis con tos productiva persistente y arcadas o vómitos
durante 1 ó 2 semanas son los síntomas principales.
Lo más característico de la tos es que no siempre responde con rapidez al tratamiento y el animal (y sus dueños) no descansan ni siquiera de noche en que se agrava la tos. El perro suele perder condición corporal y mostrarse agotado.Está recomendada la vacunación que es efectiva para proteger a la mascota frente a una población de perros cada vez más numerosa y que comparte los mismos espacios ( residencias caninas, certáme-
nes, parques y jardines); particularmente recomendada en cachorros, mayores, braquiocefálicos (nariz corta) y de pecho profundo (bulldog, bóxer) por la tendencia a la neumonía.
Las bacterias de la enfermedad respiratoria, causantes u oportunistas como Pasterella, pueden infectar al hombre y a otras mascotas como los conejos.
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